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Mostrando entradas de junio, 2023

Contrarrestar la anomia subiendo la corriente altruista: receta para disminuir las muertes violentas

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En anteriores posteos describimos los tres tipos de suicidios que Durkheim identificó en la sociedad de su época: egoísta, altruista y anómico. El primero se relaciona con un individualismo excesivo; el segundo, por el contrario, con un individualismo insuficiente y, el tercero, procede por una desorganización social producto de la falta o incongruencia de las normas sociales. Estas tres categorías se observan en la forma de “ corrientes ”, dice Durkheim. ¿Cómo sería? Podríamos pensarlo como corrientes de un río, que traccionan los sedimentos hacia una determinada dirección. Así, explica Durkheim, “ esas tendencias de la colectividad, al penetrar en los individuos, influyen sobre ellos y los impulsan a matarse. La víctima es un eco del estado moral de la sociedad ”. Por eso mismo el suicidio, más allá de presentar todas las connotaciones de un hecho individual y privado, también reviste un carácter social en la medida en que nadie se suicida sin antes desligarse de las bases sociales...

Señor chapista desfigurado: aquí puede encontrar una posible explicación a lo que le pasó

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“ Cada pueblo tiene colectivamente por el suicidio una tendencia que le es propia ”, afirma Durkheim. Y yo me pregunto, y por eso lo cito, si sucederá lo mismo con el homicidio. Durkheim sobrevoló el tema de los asesinatos, pero no con la profundidad con la que estudió el fenómeno sociológico del suicidio. Quizás en su época eran más habituales las muertes voluntarias que los homicidios, no lo sé. Yo vivo en los comienzos del siglo XXI y observo, con gran preocupación, el aumento de crímenes intra hogar, sin razón, crueles y desproporcionados. Desde una madre que mata a golpes a su hijo o asfixia a su bebé, hasta pibes que revientan a piñas y patadas, en manada, a otro como ellos, pasando por personas que, por un problema de tránsito, acuchillan a otra en el corazón. Hace pocos días casi matan a un chapista por demorarse en entregar un auto. Sin armas, a pura piña. Y, como podrán ver, no están todos locos. No hay una crisis ni una epidemia de enfermedad mental psiquiátrica. Acá están...